9/12/09


Si, admito que me equivoqué; pensé que sin tí ya no habia después, que nada llenaria el vacío de tu partida; y ahora en mis manos desbordan el amor y los amaneceres. Confieso que las noches solo me quebraron y que los sueños me ataban a tu recuerdo.
Ahora mis sábanas danzan al ritmo de un viento renovado de ilusiones... y disfruto de esta sensación, porque ya no me siento sola. Reconozco que mi vida nunca fue perfecta, pero hoy, más que nunca, siento en mí la fuerza para buscarla entre los escombros, para mirar al cielo sabiendo que algún día mis sueños volveran a volar alto. De algo sí estoy segura: soy yo de nuevo. Soy la que se levanta cantando, la que no pierde el tiempo, la que disfruta los momentos, la que sonríe al sol... la que escribe lo que nace del corazon. Y no te odio por haberme abandonado.

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